INVITACIÓN NACIONAL

lunes, 20 de agosto de 2007

AGRESION DE LA U.I.P.

Agentes de la U.I.P. agreden
a compañero de notlc.com

Ayer en San Ramón durante la visita de Oscar Arias,
oficiales de la
Unidad de Intervención Policial (U.I.P)
agredieron de forma violenta al funcionario de este
medio y estudiante de la U.C.R., Adrián Carranza, y a
su hermano de 16 años mientras cubrían las actividades
de protesta por la visita de Arias a este cantón
alajuelense. Al consultar sobre esta situación el oficial de
guarda de San Ramón, nos informó sobre la agresión de
la U.I.P., a la vez se nos indica que en la delegación de
San Ramón el compañero fue apoyado desde el
momento que ingreso al sitio, tanto por el Comité
Patriótico de San Ramón como por varios abogados
que se hicieron presentes para brindar asistencia legal.
Existe un video de la brutal agresión de la U.I.P. que
sufrieron los jóvenes. A las 7:00 p.m. aproximadamente
Adrian Carranza fue trasladado al Hospital Carlos Luis
Valverde Vega. En las próximas horas se presentará el
video tanto en internet, así como a la prensa nacional e
internacional.



TESTIMONIO DE
ADRIÁN CARRANZA




El sábado 18 de agosto entre la 1:30 y 2:00 p.m. iniciamos una manifestación pacífica frente a la fábrica maquiladora Casino, en San Ramón de Alajuela, con motivo de una visita del presidente Oscar Arias para hacer campaña a favor del TLC.
Alrededor de 20 manifestantes, llegamos y nos dedicamos a cantar consignas.
Poco después de las 4 p.m. decidimos retirarnos pues ya había terminado la actividad a favor del TLC en la fábrica. No nos dimos cuenta si el presidente salió antes de irnos.
Un oficial que se identificó como Capitán de la Fuerza Pública de San Ramón, me indicó algunas pautas a seguir durante la actividad, como no hacer bloqueos, ofender a las personas del “sí” ni colgar mantas o afiches en la malla de la fábrica o tratar de entrar, con lo cual no tuve ningún problema. Además, la policía tenía una cámara con la que gravó toda la actividad.
Todo siguió con tranquilidad, con megáfono en mano argumenté en contra del Tratado y coreamos consignas, siempre de manera pacífica y sin problemas.
Las provocaciones empezaron cuando, a la salida de la actividad, uno de los seguidores del “sí” se mostró agresivo e insultó a una ciudadana del NO, lo cual provocó la intermediación policial dirigida únicamente contra nuestra compañera.
Aunque no hacíamos bloqueo, tal y como acordamos con el Capitán de la Fuerza Pública, el tránsito de automóviles, sumado a la aglomeración de gente provocó una pequeña presa. En ella un vehículo identificado con calcomanías del NO fue golpeado en su parte trasera por un oficial, quien aceptó haberlo hecho y se mostró desafiante e irrespetuoso.
La policía impidió que un vehículo identificado con la Coordinadora Ramonense contra el TLC, se parqueara frente a la fábrica, a pesar de que nos comprometimos a no hacer escándalo. Fue en ese momento que discutí con el Capitán y otros policías sobre el por qué de esa decisión arbitraria, pues ya había otros carros parqueados en el sitio. Me contestó “porque sí y no jodás más”.
Tras el cierre de la actividad me dediqué a dar declaraciones a algunos medios locales. Los del NO entonamos himnos patrios.
Al finalizar todo, cuando sólo quedábamos tres personas y nos retirábamos, algunos oficiales de la fuerza pública iniciaron un intercambio de provocaciones e insultos, algunos de los cuales contestamos.
Yo iba en una moto tipo scooter, propiedad de Yamileth Angulo Directora de NOTLC.COM , junto con otros dos compañeros. Luego de dejar atrás a los policías, una patrulla nos rebasó y al hacerlo los oficiales que en ella iban nos amenazaron: “Abajo los esperamos”, refiriéndose a un puente 100 metros adelante.
Pensé que nos seguirían insultando, pero decidimos preparar la cámara por cualquier eventualidad.
Al llegar a ese sitio, un policía de tránsito nos indicó que nos detuviéramos, a su lado estaban los oficiales que nos habían amenazado, sin embargo acatamos la orden sin dar problemas.
Pregunté al oficial de Tránsito la razón para detenernos. Pidió que le enseñara los documentos, insistí en saber por qué pero no me dieron explicación y uno de los policías de la Fuerza Pública le dijo al de Tránsito que el compañero que montaba conmigo en el Scooter no tenía casco.
Estábamos en media calle, por lo que el Oficial de Tránsito me solicitó ahorillarme, pero mientras lo hacía, los dos oficiales que me habían amenazado comenzaron a agredirme. Me tomaron entre los dos y me arrojaron al suelo, con todo y moto.
La situación me asustó bastante, no entendía porque la Fuerza Pública reaccionó de manera tan violenta, si yo más bien intentaba cooperar.
Mientras me encontraba tirado en el piso trataba de levantar la moto que cayó encima de mi pierna izquierda, pero los dos oficiales estaban encima mío, forcejeando para levantarme.
Mi hermano menor, de 16 años, igualmente asustado ante el abuso de autoridad, intentó abrirse campo entre los policías, con el fin de ver si me había pasado algo grave. Por ello, mientras uno de los oficiales me arrancaba la camisa con el logo del Corazón del NO, el otro la emprendió contra el menor de edad.
En este punto es importante destacar que en ningún momento los oficiales pretendieron arrestarnos, nunca sacaron las esposas, sino agredirnos y más bien desde que comenzó la violencia intentamos razonar con ellos, sin resultados.
Un oficial empujó a mi hermano, quien calló hacia atrás. Se levantó en el acto y en el video claramente se ve cómo el policía pretendió volver a golpearlo.
Fue en ese momento, cuando yo intentaba apaciguar a mi hermano, que el otro oficial me golpeó en la cara con el aparato transmisor que tenía en su mano.
Informamos repetidas veces a los oficiales que se trataba de un menor de edad, a lo que uno de ellos contestó “no me importa” e insistió en increpar a mi hermano.
Luego de que intervinieron algunos testigos, los oficiales parecieron calmarse. Aproveché para indicarle al Oficial de Tránsito que quería recoger algunos objetos personales que tenía guardados en la moto, mas no pude porque uno de los policías tiró de mi brazo y dijo “Usted de aquí no se va”.
Los policías intentaban llevarme hacia un nuevo altercado con ellos, pero yo sólo le pregunté al Tránsito si había algún problema en recoger mis pertenencias y le solicité que elaborara el parte correspondiente y que elaborara el inventario de la moto, como debe ser. Mientras alguien, no sé quién, subió mi moto al pick-up de la Policía de Tránsito.
Al ver que se la llevaban, por última vez insistí en recuperar mis cosas, a lo que accedió y me permitió subir al pick-up a buscarlas.
Ya para entonces habían llegado bastantes miembros de la Fuerza Pública y algunos de ellos se abalanzaron sobre mí, me maltrataron pues me torcieron el pie derecho, me torcieron el brazo izquierdo y uno de ellos me tomó por la quijada y ejerció gran presión, pensé que me la quería desmontar, por lo que me defendí quitando su mano, era demasiado el dolor. Asumí posición fetal para protegerme, pero siguieron torciéndome el pie.
En el video se puede ver claramente como una oficial que tenía una cámara de video, prefirió no registrar nada y más bien se aleja del sitio donde me agredían.
Me levantaron y me torcieron los brazos, a tal punto que fui yo el que tuvo que insistir en que me esposaran y procedieran con el arresto.
Una vez esposado, cuando me llevaban a la perrera, me molestaban comparándome con el Ché Guevara e insultándome diciendo que fumaba marihuana, “como todos los estudiantes que están en estas varas”.
Me llevaron a la delegación de San Ramón, donde estuve detenido alrededor de dos horas.




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